viernes, 4 de octubre de 2013

Capítulo 99

Hola pequeños y pequeñas.

Sé que es la una y cuatro minutos de la noche. Pero es que me apetecía escribiros. Ahora que ha entrado el otoño, tengo ganas de volver a escribir.
Bueno, no es sólo porque haya llegado el otoño. El paso de tiempo ha arreglado muchas cosas. Entre ellas a mí misma.
¿Por qué?
He amado, he luchado y he perdido.
Y os preguntaréis: ¿A quién ha amado esta muchacha en tan poquísimo tiempo que ha estado fuera? Ahora misma, amar, amor sólo a una. La otra se fue como el viento que arrastra las hojas. Esa persona me dio alegría, pena y creatividad, muchísima creatividad que ponía sobre un papel con colores y lápices. Esa persona que ahora mismo, no le odio para nada. Para mí es una persona más que llegó y se fue.
Pero ahora mismo, fuera llueve y yo escucho la banda sonora de Orgullo Y Prejuicio.
Mientras me han dicho un ‘te quiero’ a viva voz.
No es el primero que oigo, ni el último que oiga en mi vida pero sí el que me ha hecho llorar, que me ha dolido pero también me ha dado las ganas de escribiros.
Esta vez no voy a hacerme expectativas. Puedo vivir sin ellas.
Dentro de un mes, veremos qué se cumple y qué no.
Y, ¿qué queréis que os diga?, con probar un poco de sus labios seré feliz. Y tendré una sudadera de regalo aunque lo que realmente me importa es él. Y sí, sé que tengo una facilidad pasmosa por enamorarme pero, es que soy apasionada, y creo que todo el mundo merece su cacho de mí. Así he ido regalando trozos de mí... Pero no hablemos de malas cosas. No es un post de tragedias ni quejas.
Es otoño y, a pesar de que del otoño sólo me gusta la lluvia, debía decir que las cosas se han puesto un poco más rectas. Que estoy dejando de tener coraza a pesar de intentar mantenerla totalmente atada a mí, se cae y se queda desperdigada. Quizá estoy madurando.
He vuelto a hablar con gente con la que no volvería a hablar. Me he deshecho de todo aquello que me dolía y me hacía daño contándoselo a una persona que creía haber perdido y, ya no sólo eso, si no que me siento nueva.
También me he dado cuenta de una cosa: Sin amor, no soy capaz de escribir.
También me he dado cuenta de que la soledad no es para tanto.
Me he dado cuenta de que quejo de enamorarme mucho pero realmente es lo que he dicho muchas veces: ‘Da igual cuantas veces llore, duela o me sienta morir, quiero poder volver a sentir que amo’.

Buenas noches y dulces sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado, si quieres comentarme qué es de tu vida.
¡Comenta!